Fuimos, un grupo de 10, para las cataratas de Palacala. 

 La caminata era una de las más difíciles que yo he hecho. En Colombia normalmente fuimos a caminatas cortas, en el día, y solo para caminar hasta unos destinos lindos. Pero esta vez fue duro! Subimos por 4 horas hacia la cima de las montañas, encontramos con perros bravos y barro, y cada persona cargada de su maletas con carpa y saco de dormir. Estos pesaban un montón y no podíamos descansar mucho porque queríamos llegar lo más pronto posible. 

Pero estuvo chévere porque nunca he visto la silueta de una montaña, era como un momento cuando el mundo estaba durmiendo, y nosotros tratamos de no despertarla.

Teníamos nuestras linternas, pero solo penetraban unos metros de frente de nosotros, y eso me recordaba (como muchas veces antes), que los seres humanos dependen mucho en sus tecnologías.  

Nunca tengo palabras para describir la naturaleza.  

La belleza me capta, pero no solo es una experiencia estética.  Cada encuentro con la naturaleza es un momento cuando me siento que el mundo está en equilibrio.  El tiempo se detiene y con tranquilidad observo los animales, las plantas, y las montañas.  Me emociono imaginando la vida que lleva dentro de todos los elementos.  Respiro profundamente y es una sensación de completa tranquilidad.

Claro que también fue un encuentro con buena gente.